Wednesday, June 30, 2021

Yuyutsu Sharma in the Neuva York Poetry Review Series with Nine Poems in Spanish & English!

 


89. POESÍA HINDÚ. YUYUTSU SHARMA



MULES

 

On the great Tibetan

salt route they meet me again

 

old forsaken friends ...

 

On their faces

fatigue of a drunken sleep

 

their lives worn out,

their legs twisted, shaking

 

from carrying

illustrious flags of bleeding ascents.

 

Age long bells clinging

to them like festering wounds

 

beating notes

of a slavery modernism brings:

 

cartons of Iceberg, mineral water bottles,

solar heaters, Chinese tiles, tin cans, carom boards

 

sacks of rice

and iodized salt from the plains of Nepal Terai.

 

Butterflies of

the terraced fields know their names.

 

Singing brooks tempests

of their breathless climbs.

 

Traffic alert

and time-tested, they climb

 

carrying

dreams of posh peacocks

 

pamphlets

of a secret religious war

 

filth

of an ecologist’s sterile semen

 

entire kitchen

for a cocktail party at the base camp

 

defunct development

agenda of guilty donors

 

the West’s weird visions

lusting for an instant purge.

 

Stone steps

of the mountains embossed

 

on their drugged brains,

like lines of aborted love

 

scratched

on the historic rocks of waterspouts.

 

Starry skies

of the dozing valleys know

 

the ache

of their secret sweat.

 

Sunny days

along the crystal rivers

 

taste

of their bleeding eyes.

 

Greatest fiction

of the struggling lives lost,

 

like real mules

clattering their hooves on the flagstones,

 

in circling

the cruel grandeur

 

of blood thirsty

mule paths around the glaciers of Annapurnas.

 

 

MULAS

 

En la gran ruta de sal del Tíbet

Se vuelven a encontrar

 

Viejos amigos abandonados...

 

Sus rostros muestran

La fatiga de sueños ebrios

 

Sus vidas agotadas,

Sus patas torcidas, temblorosas

 

De cargar

Banderas ilustres de subidas ensangrentadas

 

Les cuelgan campanas envejecidas

Como heridas infectadas

 

Que tocan notas

De esclavitud moderna

 

Contenedores de Icebergs, botellas de agua mineral,

Radiadores solares, azulejos chinos, latas de aluminio, tableros de Carrom

 

Sacos de arroz

Y sal ionizada de las planicies del Terai nepalí.

 

Las mariposas de

Los campos aterrazados saben sus nombres.

 

Cantando sobre las tempestades soportadas

En escaladas sin aliento.

 

Alertas al tráfico

Y contra el tiempo, escalan

 

Cargando

Sueños de lujosos pavos reales

 

Panfletos

De una guerra religiosa secreta

Suciedad

Del semen estéril de un ecologista

 

Toda una cocina

Para un cóctel en la base del campamento

 

Desarrollo obsoleto

Agenda de donantes con culpa

 

Las visiones extrañas de Occidente

Deseando una purga instantánea.

 

Escalones de piedra

Talados en las montañas

 

Sobre sus cerebros drogados,

Como líneas de amor abortado

 

Rayados

Sobre las rocas históricas de las gárgolas.

 

Cielos estrellados

De valles somnolientos conocen

 

El dolor

De su transpiración secreta.

 

Días soleados

Sobre los ríos cristalinos

 

El sabor

De sus ojos sangrantes.

 

La mayor ficción

De las vidas perdidas,

 

Como mulas reales

Retumbando las pezuñas sobre los adoquines,

 

Envolviendo

La grandeza cruel

 

De los caminos de mulas

Sedientos de sangre de los glaciares de losAnnapurnas.

 

 

LITTLE PARADISE LODGE

 

My pen frozen against

the daggers of Annapurnas…

 

On an oblong shapeless plank chopped

from a sandal wood tree trunk and used as a table

 

I place my elbows

and hold my face in my hands.

 

Blinding snows of the Annapurna Ridge,

Hyunchali, shining in the eye of my mind,     

 

I sit in the spacious courtyard of your paradise lodge,

deciphering the shrill notes of birds in the mossy trees.

 

One bird initiates a lilting note

like our meeting while

other lets loose a racket of breath-whistles

ending with question tags—

Can I stay longer, at least one more day,

in your little paradise lodge?

 

Two birds playing in the crimson cherry tree

stir a chord that seems

like opening up of the blossoms

of our bodies—Would you take me away and marry me?

 

But what about the electric whistle,

this cicada’s constant chirr,

the struggle of our breathless bodies

against dark soot of the night?

 

The pigeons strutting freely in your courtyard

coo like exhausted porters

climbing the mule paths in the singing gorges.

Their guttural quataquatantankua--

they seem to be using human language,

a kind of hushed speech that robbers might use.

 

Love, in the courtyard of your little paradise lodge

I see the silence turning flowers into daggers

 

A herd of cows shuffles past me in a joyous mood

festive like young girls going to a hillside fair

saying -- Don’t go away, Dai, we would be back until dusk with presents…

 

A cuckoo passes overhead – its distinct ka-ka-ka –

Please do not leave me alone.

I am utterly alone,

stuck on the last mountain of the world

 

And beyond me just one more mountain

where they say a deity lives

guarding a tiny turquoise lake.

And thereafter nothing but

realm of melting snows

where the souls of the gods live.

 

 

PEQUEÑA CABAÑA EN EL PARAÍSO

 

Mi bolígrafo se congela por

Las dagas delAnnapurna…

 

Sobre un tablón rectángulo sin forma cortado

Del tronco de un árbol de sándalo y usado de mesa

 

Apoyo mis codos

Y sostengo mi rostro entre mis manos.

 

Nieves deslumbrantes dela cresta del Annapurna,

Hyunchali, resplandeciendo en el ojo de mi mente,     

 

Me siento en el patio espacioso de tu cabaña en el paraíso,

Descifrando las notas agudas de los pájaros posados sobre árboles con musgo.

 

Un pájaro comienza con una nota cantarina

Como nuestro encuentro mientras

Otro desata una algarabía de silbidos

Que terminan en signos de interrogación—

¿Puedo quedarme más tiempo, por lo menos un día más,

En tu pequeña cabaña en el paraíso?

 

Dos pájaros juegan en el árbol de cerezo carmesí

Hacen resonar un acorde que parece

Abrir las flores

De nuestros cuerpos—¿Me llevarías y te casarías conmigo?

 

Pero ¿qué sucede con el silbido eléctrico,

Este constante sonido de la chicharra,

La lucha de nuestros cuerpos sin aliento

Contra el hollín oscuro de la noche?

 

Las palomas que se pavonean libremente por tu patio

Arrullan como porteadores exhaustos

Trepando los caminos de las mulas en los desfiladeros cantantes.

Su sonido gutural quataquatantankua--

Pareciera que están utilizando lenguaje humano,

Una especie de discurso susurrante que podrían usarlo los ladrones.

 

Amor, en el patio de tu pequeña cabaña en el paraíso

Veo como el silencio convierte a las flores en dagas

 

Una manada de vacas de buen humor pasa cerca de mí

Festivas como niñas que acuden a una feria en la ladera

Diciendo– No te vayas, Dai, volveremos antes del anochecer con obsequios…

 

Un cuco vuela sobre mí–  con su claroka-ka-ka –

Por favor no me dejes solo.

Estoy completamente solo,

Atrapado en la última montaña del mundo

 

Y más allá solo una montaña más

En donde dicen que vive una deidad

Que custodia un pequeño lago turquesa.

Y más lejos nada más que

El reino de nieves que se derriten

Donde habitan las almas de los Dioses.

 

 

RIVER

 

Between your marble

shoulders and my hairy chest

 

the river roaring,

tears, tears, tears...

 

Between your mellowing

mouth and my scented tongue

 

a night of flames

and flesh, flesh, flesh ...

 

Between your hefty thighs

and my throbbing hands

 

clouds drunk from

the forests of rhododendrons.

 

Between your almond eyes

and my warm mouth

 

rain dropping like pearls

on the plump leaves of the jungle.

 

Between your shimmering skin

and my dark hair grass greener

 

than the greenest parakeet

growing yellowish from incessant rain.

 

Between your nights by

the impotent pillow of your husband

 

and my crazed headpiece

a poem of spring that shall fill my deep wounds,

 

sprouting flowers, flowers, flowers ...

 

Between your tulips

and my fragrant pen

 

a brain-fever bird’s

crazed cry, mad, mad, mad...

 

Between the sparkle

of your teeth and my sleep

 

a rain coming

like roar of a starving steam

 

in the starless

summer gloom of the night.

 

Between your melon breasts

and thirst of my soft lips

 

the rage of the river

battering its head against the magic mountains.

 

Between your decisions

and my flickering lamps

 

the river mad

you, you poet, you bastard, go away !

 

 

RÍO

 

Entre tus hombros

De mármol y mi pecho peludo

 

El río ruge,

Lágrimas, lágrimas, lágrimas...

 

Entre tu boca

Maduros y mi lengua aromática

 

Una noche de llamas

Y piel, piel, piel…

 

Entre tus muslos robustos

Y mis manos palpitantes

 

Las nubes bebieron

De los bosques derododendros.

 

Entre tus ojos de almendra

Y mi boca caliente

 

La lluvia cae como perlas

Sobre las hojas gruesas de la jungla.

 

Entre tu piel brillante

Y mi cabello más oscuro que los pastos verdes

 

Que el periquito más verde

Que se torna amarillento por la lluvia incesante.

 

Entre tus noches junto

A la almohada impotente de tu esposo

 

Y mi loco adorno para la cabeza

Un poema de primavera que llenará mis heridas profundas,

 

Brotan flores, flores, flores…

 

Entre tus tulipanes

Y mi pluma perfumada

Un pájaro enfermo, febril

Y su grito desesperado, loco, loco, loco…

 

Entre el destello

De tus dientes y mi sueño

 

Se acerca la lluvia

Como el rugir de un vapor hambriento

 

En la penumbra de la noche

De verano sin estrellas.

 

Entre tus pechos de melón

Y la sed de mis labios suaves

 

La furia del río

Que cabecea contra las montañas mágicas.

 

Entre tus decisiones

Y mis lámparas parpadeantes

 

El loco río

Tú, tú poeta, bastardo, ¡vete!

 

 

A MORNING WALK

 

Leaving behind

the bed of white lotus

and wheezing

partner of my sleep

I rushed out

toward the bridge

freshly built over

a golden stream.

But on finding

a funeral pyre

burning on its

emerald edge

I closed my eyes

and like some Buddha

in the dark interior

raised my shaking

invisible hands

to salute

the great master,

Death.

 

 

UNA CAMINATA MATUTINA

 

Dejo atrás

La cama de lotos blancos

 

Y la compañía sibilante

De mi sueño

 

Me apuro

Hacia el puente

 

Recién construido sobre

Un arroyo dorado.

 

Pero al encontrarme con

Una pira funeraria 

 

Quemándose sobre

El borde Esmeralda

 

Cierro mis ojos

Y como un Buda

 

Dentro del interior oscuro

Levanto mis temblorosas

 

Manos invisibles

Para saludar

 

A la gran maestra

La muerte.

 

 

"AT FORTY YOU DIE"

 

At forty two moons start throbbing

like bright eyes of your own children.

At forty two people you dream of

most frequently, two people who dreamt

of you and your eyes all their lives.

 

At forty in the early

dawn of your desperate decades

you start dreaming of your mother first.

 

She comes limping

like a wounded cockroach

from the other world

to clasp your sweaty palms

to kiss your eyebrows

withering under the blind stare

of a merciless sun,

to complains of the tulips that faded

under the blind stare of a merciless sun.

 

At forty you dream

of your father frequently,

a Buddha or an exhausted god,

a lion repentant for a lifetime,

a familiar stranger who made you

what you are in your dreams 

and left you alone,

bleeding on the mule-paths of life.

At forty you see him everywhere,

in the creases of your skin,

in the puffed-out eyelids,

in the fluffy temples

where two crescent moons appear,

silvery and savage like ensuing life’s itinerary.

 

At forty he lusts in the crazed

fields of your blood vessels.

He escorts you to

the open spaces of his cherished riverbanks

pavilions of tantric priests

ashrams of ascetics before bonfires of annihilation.

He guides you to the bog lands

of his fond memories where once

his beloved woman lived and

then left him, one by one,

“Forgot the old chums, fell in the trap of new ones”

.

She comes limping

like a wounded cockroach

from the other world

to clasp your sweaty palms

to kiss your eyebrows

withering under the blind stare

of a merciless sun

to complain of the tulips that faded

under the blind stare of a merciless sun.

 

At forty your own woman’s mouth

starts smelling of deceit,

a Bhairab’s mask,

a masculine leer along

the canyons of her body.

 

At forty you start

questioning questions

and decide to die

like one dies in poetry or books.

Or proverbs that proved false--

People above forty should be shot dead.

 

You resolve what you didn’t all life long--

to reach out to touch

the rim of unheard horizons

elusive Shangri-la from where no return

to exquisite valleys of life is possible.

 

But your children’s eyes start

shining like burning stars

along the moons of your secret lusts.

 

At forty you die to be born again

and again in the theatre of your children’s eyes.

 

 

"A LOS CUARENTA MUERES"

 

A los cuarenta dos lunas comienzan a palpitar

Como los ojos brillantes de tus propios niños.

A los cuarenta dos personas con las que soñaste

Hace poco, dos personas que soñaron

contigo y tus ojos durante toda su vida.

 

A los cuarenta en la temprana

Aurora de tus décadas desesperadas

Comenzarás a soñar primero con tu madre.

 

Llega rengueando

Como una cucaracha herida

De otro mundo

Para sujetar tus manos transpiradas

Para besar tus cejas

Marchitándose bajo la mirada ciega

De un sol despiadado,

Para quejarse de los tulipanes que se perdieron

Bajo la mirada ciega de un sol despiadado.

 

A los cuarenta sueñas

Frecuentemente con tu padre

Un Buda o un dios cansado,

Un león arrepentido de por vida,

Un extraño familiar que hizo

Lo que eres en tus sueños

Y te dejó solo,

Sangrando en los caminos de las mulas de la vida.

A los cuarenta lo ves en todas partes,

En las arrugas de tu piel,

En la hinchazón de tus párpados,

En las sienes suaves

En donde aparecen dos lunas crecientes,

Plateadas y salvajes como resultado del itinerario de la vida.

 

A los cuarenta desea en los campos

Locos de tus vasos sanguíneos.

Te acompaña hasta

Los lugares abiertos de sus apreciadas riberas

Pabellones de sacerdotes tántricos

Ashrams de ascetas frente a fogatas de aniquilación.

Te lleva hasta los pantanos

De sus recuerdos sentimentales en donde una vez

Vivió su amada mujer y

Luego lo dejó, uno por uno,

“Se olvidó de sus viejos amigos, cayó en la trampa de otros nuevos”.

 

Llega cojeando

Como una cucaracha herida

De otro mundo

Para sujetar tus manos transpiradas

Para besar tus cejas

Marchitándose bajo la mirada ciega

De un sol despiadado,

Se queja de los tulipanes que se perdieron

Bajo la mirada ciega de un sol despiadado.

 

A los cuarenta la boca de tu mujer

Comienza a oler a engaño.

A la máscara de Bhairab,

Una mirada lasciva masculina sobre

Los cañones de su cuerpo.

 

A los cuarenta comienzas

A cuestionar las preguntas

Y decides morir

Como uno muere en la poesía o en los libros.

O en los proverbios que resultaron falsos:

Las personas mayores de cuarenta deberían morir de un tiro.

 

Solucionas lo que no lograste solucionar en toda una vida –

Estirarse para tocar

Los bordes de horizontes desconocidos

Shangri-la escurridizo de donde no es posible regresar

A los valles exquisitos de la vida.

 

Pero los ojos de tus hijos comienzan a

Brillar como estrellas ardientes

En las lunas de tus deseos secretos.

 

A los cuarenta mueres para renacer

Y volver a nacer en el teatro de los ojos de tus niños.

 

 

SHALL I KISS YOUR EYES?

 

Kohl-eyed daughter

of Lorca, milky egret of Guadalquivir,

 

Mary of Mezquita,

Queen of Cordoba drunk from the scent

 

of orange flowers, lurid patios

lit from the glow of blood red geraniums

 

and history’s glorious guilt,

shall I kiss your eyes?

 

Pearl of the Mediterranean,

blue umbrella of Andalusia enduring

 

endless inquisitions,

thousand rains and injured sun shines,

 

Rafael’s own great

grand heiress born out from the confluence

 

of angular rivers bleeding

in the duenda of flamingo dancers,

 

shall I go on

my knees like a befallen moor,

 

a vanquished Caliph to serve

the keys of my smoldering city

 

to the chuckle of

of the winning Cardinal

 

and tear a morsel of sweet bread

baked in Aphrodite’s own oven?

 

Kohl-eyed daughter

of Lorca, milky egret of Guadalquivir,  ,

 

Mary of Mezquita,

Queen of Cordoba

 

shall I kiss your eyes?

 

 

¿PUEDO BESAR TUS OJOS?

 

Hija de Lorca, ojos delineados con kohl,

Garceta blanca de Guadalquivir,

 

María de la Mezquita,

Reina de Córdoba, embriagada por el aroma

 

De flores de azahar, patios estridentes

Iluminados por el brillo de la sangre roja de los geranios

 

Y la culpa gloriosa de la historia,

¿Puedo besar tus ojos?

 

Perla del Mediterráneo

Sombrilla azul de Andalucía que soporta

 

Inquisiciones infinitas,

Miles de lluvias y brillos solares heridos,

 

La misma gran heredera

De Rafael nacida de la confluencia

 

De ríos angulares sangrando

En el duende de bailarines de flamenco

 

Debería seguir

Mis rodillas como las de un moro,

 

Un califa derrotado para servir

Las llaves de mi ciudad en llamas

 

A la risita del

Cardenal vencedor

 

¿Y cortar un pedazo del dulce pan

Horneado en el horno de Afrodita?

 

Hija de Lorca, ojos delineados con kohl,

Garceta blanca de Guadalquivir,

 

María de la Mezquita,

Reina de Córdoba

 

¿Puedo besar tus ojos?

 

 

SPACE CAKE, AMSTERDAM

 

“Don’t panic,” they said,

remain cool like your Krishna,

meditate maybe like Buddha,

uttering ‘Om Mani Padme,’ the jewel in the lotus,

or lie down and relax

like Vishnu on the python-bed

to float on the ocean’s currents,

buoyant on the invisible thread

of your breath in slow motion…

 

Millions of cats prowled around me.

Smoke from shared sex

and hashish joints stung my eyes.

Unsettling tongue

of an awkward fire fed my stomach.

I skidded queasily towards

a formidable edge,

unknown ominous frontiers of human life…

 

They laughed a secret laugh

behind my back – “Isn’t it crazy that

this man from Kathmandu should get stoned

from a piece of space cake in Amsterdam?”

 

“Don’t be serious, laugh,

celebrate the flame of life!” a woman’s voice said.

“Hold my hand; I can imagine

you are alone on this trail.

I’v been there once,” she whispered.

Her tongue curled like a dry leaf in my ear

and crackled “How much did you take,

just a piece? I took thirty-eight grams once,

It can be crazy if you don’t know it’s coming.

Just don’t worry too much.

Don’t lose your control over things.

You can kiss me if you like,

You can pat my back,

tickle my belly or stroke my breasts

for a while, if it comforts you.

Sometimes it can be heavenly,

this licking the rim of the forbidden frontiers of human life.

 

“That’s what he wants, that’s exactly

 what he’s looking for,” a voice leered far off.

“But I have to go ultimately,

I’ve a man waiting at home for me.”

 

“Maybe read a poem of yours,”

someone said. My heart raced wild

and I heard some-girls gossip in the next room—

What if he gets sick in Europe?

Don’t we get sick in Asia?

 

“Just take it easy,” another voice echoed

“You won’t go psychotic. Remember one thing,

whatever happens, you can always make a comeback.”

 

Faces of my dear ones veered past my face.

I felt delicate thread of my life

slipping through my fingers

 

 “Hey man, it’s fine. Don’t worry too much.”

My host shouted. “Drink lots of water.”

Drink black tea or coffee,” a guest suggested.

“Or take lots of orange juice.”

“Maybe sing your favorite song,” a woman said.

“Or recite one of your Hindu mantras.”

“Maybe stick your finger into your throat”

another voice came sheepishly, “And throw up.

You probably haven’t digested everything yet.” 

 

Questions came like wind slaps.

“Can you tell me what they call boredom

in your mother tongue? Do you remember

your email account and password?

Discuss your children, if you have any.

Shall I bring my little daughter before you?

Maybe you’d feel better then,

seeing her brilliant eyes.”

 

I imagined a child’s face and clung to it,

like a penitent would hold onto

a sacred cow’s tail in his afterlife,

and slept on it, all through the river of blood…

 

Hours passed by

and then I heard someone say—

What if he had freaked out? 

What if Death had stalked our house tonight?

 

Hearing these words, I woke up

knowing I’d come back, stepped on

the familiar shores of life

where Death’s feared, a distant distrustful thing.

My drowse burst like a glacier that cracks

from rumble of a seed of fire

that explodes somewhere

in earth’s deep sleep.

 

 

SPACE CAKE (*), AMSTERDAM

(*) Comida con cannabis

 

“No entres en pánico”, dicen,

Mantén la calma como tu Krishna,

Medita quizás como Buda,

Repite la frase ‘OmManiPadme,’ la joya en el loto,

O recuéstate y relájate

Como Vishnuen la cama de pitón

para flotar en las corrientes oceánicas,

Desconociendo la amenaza

De tu aliento a cámara lenta…

 

Millones de gatos merodean a mi alrededor.

Humo de sexo compartido

Y cigarrillos de hachís me irritan los ojos.

Lengua inquieta

De un fuego incomodo alimentó mi estómago.

Mareado patiné hacia

Un extremo formidable,

Fronteras ominosas y desconocidas de la vida humana…

 

Se ríen en secreto

A mis espaldas - “¿No es una locura que

Este hombre de Katmandúse drogue

Por un pedazo despace cakeen Ámsterdam?”

 

“No seas tan serio, ríete,

¡Celebrala llama de la vida!” dice una mujer.

“Sostén mi mano; me imagino que

Te encuentras solo en este camino.

Yo he pasado por eso”, susurró.

Su lengua se curvó como hoja seca en mi oreja

Y chasqueó “¿Cuánto probaste,

Solo un pedazo?Una vez, yo consumí treinta y ocho gramos,

Puede parecer loco si no sabes que esperar.

Simplemente no te preocupes demasiado.

No pierdas el control de las cosas.

Puedes besarme si quieres,

Puedes darme una palmadita en la espalda,

Hacerme cosquillas en la panza o acariciar mis pechos

Por un rato, si eso te tranquiliza.

A veces puede ser celestial,

Esta acción de lamer los extremos de fronteras prohibidas de la vida humana.

 

“Eso es lo que él quiere, eso es exactamente

Lo que está buscando” se escuchó una voz lejana.

“Pero finalmente me tendré que ir,

Tengo un hombre que me espera en casa”.

 

“Quizás si le lees un poema tuyo”,

Dijo alguien. Mi corazón se aceleró

Y escuché a algunas niñas hablando en la habitación continua—

¿Qué sucede si se enferma en Europa?

¿Acaso nosotros no nos enfermamos en Asia?

 

“Solo tómatelo con calma”, dijo otra voz

“No te vayas a poner psicótico. Recuerda algo,

Pase lo que pase, siempre puedes volver”.

 

Los rostros de mis seres queridos se me aparecieron.

Sentí una delicada amenaza de muerte

Escapándose entre mis dedos.

 

“Oye hombre, está bien. No te preocupes demasiado”.

Gritó mi anfitrión. “Toma mucha agua”.

“Bebe té negro o café”, sugirió un invitado.

“O toma mucho jugo de naranja”.

“Quizás prueba a cantar tu canción favorita”, dijo una mujer.

“O repite alguno de tus mantras hindúes”.

“Quizás si te metes los dedos en la garganta”

Dijo otra voz avergonzadamente, “Y vomita.

Es probable que todavía no hayas digerido nada”.

 

Las preguntas llegaron como bofetadas de viento.

“¿Puedes decirme cómo se le llaman aburrimiento

En tu lengua materna?, ¿Recuerdas

Tu correo electrónico y tu contraseña?

Cuéntame de tus niños, si es que tienes.

“¿Debería presentarle a mi hijita?

Quizás así se sienta mejor,

Al ver sus ojos brillantes”.

 

Me imaginé el rostro de una niña y me aferré a eso,

Como un penitente se aferraría

A la cola de una vaca sagrada en el más allá,

Y dormiría con eso, a través de todo el río de sangre…

 

Pasaron horas

Y luego escuché que alguien dijo—

¿Qué hubiera pasado si perdía el juicio?

¿Si la muerte hubiera rondado nuestra casa esta noche?

 

Al escuchar esas palabras, me desperté

Sabiendo que había vuelto, di un paso sobre

Las costas conocidas de la vida,

En donde se teme a la muerte, algo tan distante y desconfiado.

Mi sueño estalló como un glaciar que se fractura

Del retumbar de una semilla encendida

Que explota en algún lugar

En el sueño profundo de la tierra.

 

 

THE LETTER

 

In harsh alpine valleys

I walked for days and weeks

meeting no one except

voices of my own ancestors

griffon-beaked visions  from my secret lives

tattered souls fluttering

like threadbare prayer flags of peace,

unshaved, unwashed,

smelling like my grandpa in his last days

afraid of snow bites and meningitis

my heavy shoes dangling

like dead albatrosses around my neck,

bleary-eyed, worn-out

brooding over her sudden disappearance

from the cradle of my life’s courtyard

groggy in company of angular angels

grizzly bear and golden eagles

touching the throbbing beats of

wounded mules, their flaccid faces crushed

like moldy beaten rice served

by almond eyed girls with bodies

bright enough to shame an Aphrodite,

offering me salt and rice and chilies

in their makeshift kitchens

along the salt route…

 

In harsh alpine valleys

after days and weeks of walking

I reached a village beneath shadow

of hushed glaciers where

a mother in threadbare cloak

her eyes, dimly lit lamps

in the flooded terraces of wrinkles

shyly pulled from her blue waistband

a crumpled piece of paper

splotched in Devanagri

glazed from sand grains of a seething desert

 

a dispatch reeking of blood, tears

and time bombs

 

a correspondence for me to read

 

a letter from her son

long lost to the battlefields of Afghanistan…

 

 

LA CARTA

 

En valles hostiles de montaña

Caminé durante días y semanas

Sin encontrarme con nadie más que

Con las voces de mis ancestros

Visiones con pico de grifo de mis vidas secretas

Almas andrajosas que adulan

Como banderas de paz de rezos deshilachados,

Sin afeitarse, sin lavarse,

Que huelen como un abuelo en sus últimos días

Temerosos de las dentelladas de nieve y de la meningitis

Mis zapatos pesados cuelgan

Como albatros muertos alrededor de mi cuello,

Con la mirada nublada, agotada

Pensando en su desaparición repentina

De la cuna del patio de mi vida

Mareado en compañía de ángeles angulares

Osos pardos y águilas dorados

Tocando los golpes palpitantes de

Mulas heridas, sus rostros flácidos molidos

Como arroz mohoso y aplastado servido

por niñas con ojos de almendra y

Cuerpos tan brillantes que opacan a una Afrodita,

Me ofrecen sal y arroz y ajíes

En sus cocinas improvisadas

Sobre la ruta de sal…

 

En valles hostiles de montaña

Luego de días y semanas de caminar

Llegué a un pueblo escondido bajo sombras

De glaciares silenciosos en donde

Una madre vestida con una túnica harapienta

Sus ojos, lámparas con luces tenues

En las terrazas inundadas de arrugas,

Tímidamente extrajo de su pretina azul

Un pedazo de papel arrugado

Manchado en Devanagri

Transparente por granos de arena de un desierto furioso

 

Un mensaje que apesta a sangre, lágrimas

Y bombas de tiempo

 

Una correspondencia para que yo lea

Una carta de su hijo

Hace tiempo perdido en los campos de batalla de Afganistán…

 

 

YOU ARE A NEW YORKER

 

The day you learn to notice

sparkles of sullen silence snapping the darkness

of damp boroughs or stop taking notes

of wild blizzards racing along the signature shore,

You are a New Yorker.

 

The day you start hearing

Gaga songs in the screeching subway cars,

and stop saying, ‘I don’t know no Spanish’

to Latino visitors seeking directions.

You are a New Yorker.

 

The day you start understanding

the thick jumble of subway announcements

or roadside pronouncements,

‘You don’t have to be a Rockefeller

to be a generous guy,

You are a New Yorker…

 

The day you stop taking the free

Staten Island Ferry to click a perfect shot

of the Statue of Liberty,

or stop visiting Times Square at night

and forget to find a way out of its labyrinth

or learn to walk the Brooklyn Bridge

without a secret desire to dangle

a padlock on one of its rafters,

or stop seeing Walt Whitman sitting atop

its edge, looking for his beautiful boys

and vagabond ferries entering the sheltered bay,

You are a New Yorker…

 

The day you stop fearing

the spy dogs at Grand Central, recognize

the homeless that hang out at Port Authority or Jackson Heights

the day you pass through the shrunken midnight

of Sutphin Boulevard and Jamaica subway stations

without holding your breath in terror,

You are a New Yorker…

 

The day you start ‘loving’

Starbucks Coffee wafting along

the wide glassy Manhattan Malls

or learn to chew the Brooklyn bagel

or lap up the steaming loneliness

of chatty dog walkers around Central Park

or learn to make love and forget

the face of your partner,

You are a New Yorker…

 

The day you stop guessing

the origin of the blonde teenager

reading current issue of The New Yorker,

stop looking at the bare shoulders

of Vietnamese girl sitting

on the free Wi-Fi table

near entrance of S’ Nice Village Café

opening and closing like her red lips

on the first day of the winter snow,

the day you pass by Magnolia Bakery

loaded from its famed cupcakes

and moon-sized cookies

the day you stop visiting White Horse Tavern

to pose against Dylan Thomas’ drunken portrait

or stop hearing John Lennon’s voice

climbing  the Fire Escape Ladders

of Hotel Chelsea or stop looking for

the room where she gave

Leonard Cohen a blowjob,

You are a New Yorker…

The day you stop gawking at

the gay couples on L train  romancing

like Bollywood couples or fervently discussing

pussy power, animal rights, or their ailing pets or parents,

the day you stop staring at the Hasidic Jews of Williamsburg,

their curls dangling out of their black velvet caps

like Lord Shiva’s sacred serpents,

You are a New Yorker…

 

The day you learn to laugh

like a Latino bartender,

or smile like a Filipino waitress

standing beside her stuffed rose pig like a Queen

or stop looking at the cleavage

of the Nudist poet at Central Park

or learn to check your seat

in a subway for a stain of shit

a homeless might have left for you,

You are a New Yorker…

 

The day the girl

from Cleveland, Ohio

behind the counter of Greenwich Café

gives you her email

or offers a free top up on your coffee

or lets you take her out

You are a New Yorker…

 

 

SERÁS UN NEOYORQUINO

 

El día que aprendas a darte cuenta

De los destellos del silencio sombrío que rompen la oscuridad

De vecindarios húmedos o cuando dejes de tomar notas

De las salvajes tormentas de nieve que llegan a la costa conocida,

Serás un neoyorquino.

 

El día que comiences a escuchar

Canciones de Gaga en los ruidosos vagones de metro,

Y dejes de decir ‘I don’tknow no Spanish’(*)

A visitantes latinos que piden indicaciones.

Serás un neoyorquino.

 

El día que comiences a entender

El barullo pesado de los anuncios del metro

O los carteles de las carreteras,

No tienes que ser un Rockefeller

Para ser una persona generosa,

Serás un neoyorquino…

 

El día que dejes de tomar el ferry gratuito

De Staten Island para tomar una foto perfecta

De la Estatua de la Libertad,

O dejes de visitar Times Squarede noche

Y te olvides de buscar la salida de su laberinto

O aprendas a caminar el Puente de Brooklyn

Sin ese deseo secreto de colgar

Un candado en uno de sus parantes,

O dejes de ver a Walt Whitman sentadosobre

Su borde, observando sus hermosos niños

Y a los ferrys vagabundos ingresar al refugio de la bahía,

Serás un neoyorquino…

 

El día que dejes de temer

A los perros espías de la Grand Central, reconocer

A los vagabundos que están en Port Authority Jackson Heights

El día que pases por la medianoche encogida

Del Boulevard Sutphiny las estaciones de metro Jamaica

Sin sostener el aliento por miedo,

Serás un neoyorquino…

 

El día que comiences a ‘amar’

El olor de café de Starbucks flotando

En los amplios centros comerciales de Manhattan

O aprendas a masticar el bagel de Brooklyn

O aceptes con entusiasmo la soledad furiosa

De los locuaces paseadores de perros de Central Park

O aprendas a hacer el amor y olvidar

El rostro de tu pareja,

Serás un neoyorquino…

 

El día que dejes de adivinar

El origen de esa rubia adolescente

Que lee la última edición del The New Yorker,

Dejes de mirar los hombros desnudos

De la joven vietnamita que se sienta

En la mesa con Wi-Fi gratis

Cerca de laentrada del café S’ Niceen Village

Que abre y cierra como sus labios rojos

El primer día de nieve de invierno,

El día que pases por la Magnolia Bakery

Repleta de sus famosas magdalenas

Y galletas del tamaño de la luna

El día que dejes de visitar la taberna White Horse

Para sacarte una foto con el retrato de Dylan Thomas borracho

O dejes de escuchar la voz de John Lennon

Subiendo las escaleras de emergencia

Del Hotel Chelsea o dejes de buscar

La habitación en donde ella

Le hizo una mamada aLeonard Cohen,

Serás un neoyorquino…

El día que dejes de mirar sorprendido a las

Parejas homosexuales cortejándose en el tren L

Como parejas de Bollywoodo discutiendo acaloradamente

Sobre poder femenino, derechos de animales, o las dolencias de sus mascotas o padres,

El día que dejes de mirar fijamente a los judíos jasídicos de Williamsburg,

Sus tirabuzones colgando de los sombreros de terciopelo negro

Como las serpientes sagradas del Dios Shiva,

Serás un neoyorquino…

 

El día que aprendas a reírte

Como un camarero latino,

O sonrías como una moza filipina

Parada como una reina al lado de un cerdo rosa relleno

O dejes de mirar el escote

De la poeta nudista en Central Park

O aprendas a revisar tu asiento

En busca de manchas de mierda

Que puede haber dejado para ti un vagabundo,

Serás un neoyorquino…

 

El día que la joven

De Cleveland, Ohio

Atrás de un mostrador en Greenwich Café

Te de su dirección de correo electrónico

O te ofrezca un extra gratis para tu café

O deje que la invites a salir

Serás un neoyorquino…

 

(*) ”No hablo español”

 

Translated by María Agustina Corrarello

 

 

Yuyutsu Ram Dass Sharma (Nakodar, Punjab, 1960). He moved to Nepal at an early age. Poet, journalist and translator. He has published ten poetry collections including, The Second Buddha WalkA Blizzard in my Bones: New York Poems, Quaking Cantos: Nepal Earthquake PoemsNepal Trilogy, Space Cake, Amsterdam and Annapurna Poems. Three books of his poetry, Poemes de l’ Himalayas (L’Harmattan, Paris), Poemas de Los Himalayas (Cosmopoeticia, Cordoba, Spain) and Jezero Fewa & Konj (Sodobnost International) have appeared in French, Spanish and Slovenian respectively.  In addition, Eternal Snow: A Worldwide Anthology of One Hundred Twenty-Five Poetic Intersections with Himalayan Poet Yuyutsu RD Sharma has also appeared. His works have appeared in Poetry Review, Chanrdrabhaga, Sodobnost, Mudfish, Amsterdam Weekly, Indian Literature, Irish Pages, Drunken Boat, Califragile, Delo, Modern Poetry in Translation, Exiled Ink, Iton77, Little Magazine, The Telegraph, Indian Express and Asiaweek. Half the year, he travels and reads all over the world and conducts Creative Writing workshops at various universities in North America and Europe but goes trekking in the Himalayas when back home. Currently, Yuyutsu Sharma edits Pratik: A Quarterly Magazine of Contemporary Writing. Recipient of fellowships and grants from The Rockefeller Foundation, Ireland Literature Exchange, Trubar Foundation, Slovenia, The Institute for the Translation of Hebrew Literature and The Foundation for the Production and Translation of Dutch Literature.

 

Yuyutsu Ram Dass Sharma (Nakodar, Punjab, 1960). Es un poeta, periodista y traductor. Ha publicado diez colecciones de poesía que incluyen, The Second Buddha WalkA Blizzard in my Bones: New York PoemsQuaking Cantos: Nepal Earthquake PoemsNepal TrilogySpace Cake, Amsterdam y Annapurna Poems. Tres libros de su poesía, Poemes de l ’Himalayas (L’Harmattan, París), Poemas de Los Himalayas (Cosmopoeticia, Córdoba, España) y Jezero Fewa & Konj (Sodobnost International) han sido traducidos en francés, español y esloveno. Además, ha salido publicada Eternal Snow: A Worldwide Anthology of One Hundred Twenty-Five Poetic Intersections with Himalayan Poet Yuyutsu RD Sharma. Ha realizado talleres de escritura creativa y traducción en Queen’s University, Belfast, University of Ottawa and South Asian Institute, Heidelberg University, Alemania, University of California, Davis, Sacramento State University, California, Beijing Open University, New York University, New York y la Universidad de Columbia, Nueva York. La mitad del año, viaja y lee por todo el mundo y realiza talleres de escritura creativa en varias universidades de América del Norte y Europa, pero hace trekking en el Himalaya cuando vuelve a casa. Actualmente, Yuyutsu Sharma edita Pratik: A Quarterly Magazine of Contemporary Writing. Receptor de becas y subvenciones de la Fundación Rockefeller, Ireland Literature Exchange, Trubar Foundation, Eslovenia, The Institute for the Translation of Hebrew Literature y The Foundation for the Production and Translation of Dutch Literature.